Que pocas cosas se pueden añadir cuando se
decide bajar de este tren llamado vida. Ayer un infarto nos arrebataba al mejor
atleta que Avilés había dado en la historia, Yago Lamela. Hoy, en una mañana de
sábado gris y húmedo, un excelente profesional y amigo, nos deja y con él, un
enorme vacío para quienes hemos compartido sus inquietudes profesionales y
momentos distendidos, amigables, delante de un café en la plaza del Parche. La
calle Rivero no será lo mismo sin el rostro bonachón y la gallardía de Vicente,
un profesional que apostó por la modernidad y por mantener su negocio familiar
en puntual competencia y desafío a los nuevos tiempos. Vicente se esforzó, se
entregó y en ello dejó parte de su ánimo y energía, lo recordaremos siempre,
hablaremos de él como ejemplo de entrega a la profesión, será un referente para
quienes hemos compartido este espacio comercial de Rivero y de Avilés. Adiós,
amigo Vicente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario