El retroceso en el consumo, obliga al
sector comercial y de servicios en general, a buscar fórmulas innovadoras que
incentiven la compra y añadan a la acción comercial mayor protagonismo en la
oferta de sus catálogos. Acciones que contengan colectivamente entretenimiento,
alternativas de ocio basadas en la capacidad que nuestro barrio tiene para
entretener y entusiasmar en su defensa como lugar de compromiso con sus
residentes y con el resto de visitantes.
Nuestro barrio es de por sí el lugar
de convivencia donde su cuidado y embellecimiento concierne a sus moradores y
por el que merece cualquier esfuerzo para hacerlo habitable y sostenible,
teniendo en ello el protagonismo repartido entre sus residentes. La
personalidad de un barrio o una zona determinada de la ciudad o villa, es
responsabilidad de todos y puede convertirse en zona o lugar de entretenimiento
y disfrute donde además de abastecerse de las necesidades de consumo, evitando
los desplazamientos y gastos innecesarios, se genera una mayor convivencia y
conocimiento de los residentes, haciendo más sostenible, menos agresivo y más
comunicativa la compra y el consumo, con mayor sensibilidad hacia el medio
ambiente, la economía local, el fortalecimiento de los lazos de la comunidad y una
mayor humanización de la ciudad o villa, teniendo todos estos conceptos una
repercusión sobre el empleo al dar oportunidad a rentabilizar los proyectos de
las personas que emprenden y arriesga.
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