Buena noticia la que recogen los medios de
comunicación hoy, noventa y ocho mil personas anotadas en las listas del paro
han sido incorporadas al trabajo, a la dignidad, al derecho, a la categoría de
ciudadano, esto es un motivo de alegría.
Vivimos una revolución de los tiempos, estamos
pasando de un modelo de sociedad, más protegido y preocupado por el bienestar
del ciudadano, a otro modelo del sálvese quien pueda. El sistema productivo se
quedo sin contenido, hoy prevalece el sistema financiero, hacer dinero rápido
sin mirar el cómo y consecuencias. La globalización nos ha traído un mercado
gigantesco en el que se creía poder vender nuestros productos y obtener pingues
beneficios a costa de la demanda de los países emergentes y subdesarrollados.
Nada de eso resultó verídico, solo una realidad irrefutable, las empresas
desviaron su producción a países con mano de obra más barata y estos no solo la
acogieron con generosidad sino que hicieron su réplica y pasaron de ser
compradores de productos manufacturados, a exportadores de los mismo, con
precios inferiores y también con dudosa calidad que no ha tenido consecuencia
al provocar una enorme crisis financiera que situó el poder adquisitivo de los
que nos creíamos “ricos” en el más absoluto retroceso nunca hasta ahora visto.
La consecuencia es que tenemos la fabricación externalizada y que cuando los
países que han copado la producción, se crean en posición de monopolio,
aplicaran sus tarifas sin rubor no habiendo tiempo al “ex primer mundo” a
reaccionar, nuestras fábricas, artesanos, comerciantes, habrán quedado
obsoletos y lejos de poder enfrentarse a la inversión que sería necesaria para
poder de nuevo retomar lo que nunca se tenía que haber abandonado.
Requiere esta situación solo un compromiso, que
el fortalecimiento de la sociedad civil, una mayor clase crítica, tome
conciencia de lo deseable en un mundo que hasta ahora, sin ser el mejor de los
posibles, mantenía una sensibilidad por la protección del más débil, del
necesitado, sin por ello renunciar a las exigencias que diera lugar.
Bienvenida la estadística de incorporados al
empleo, sin olvidar que ya el empleo no permite hacer un proyecto de vida a
nuestros jóvenes salvo que salgan de este país que abandona la categoría ganada
desde los albores de la democracia. Nos quieren descender, en primera somos muy
costosos, la oligarquía financiera no obtiene ventajas que históricamente venía
acostumbrada a obtener.
No os olvidéis que el próximo día 21 estaremos
en la “esquina lunática” para dar la bienvenida al verano, al menos que el sol
nos aporte su vitamina D, será la única que podamos disfrutar en igualdad de
condiciones. Enviarnos vuestra puesta de sol a: angelinatappi@gmail.com las
expondremos el día 21 de junio en el Solsticio de Verano.
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