lunes, 24 de marzo de 2014

Un Presidente de todos...



Adolfo Suárez fue el artífice de la transición política en España, un hombre de coraje y de profundas convicciones que lo convierten en el político de referencia.

Asistimos con el fallecimiento de Adolfo Suárez a una de las despedidas más sentidas y posiblemente lloradas del hombre que nos llevó a la democracia. Fue quien pilotó la gran transformación al llevarnos de a un régimen dictatorial unipersonal y centralista, a una democracia participativa. Adolfo Suárez fue el hombre del coraje, de la negociación y del consenso, un hombre con valores muy profundos que se permitió enfrentarse a un sistema autoritario con las únicas armas disponibles que tenía, su capacidad de convicción, su personalidad seductora en las distancias cortas , un profundo compromiso personal de llevar el país a la modernidad y a la libertad. Fue el hombre elegido por el Rey con el perfil adecuado, ningún otro como él conocía el aparato franquista que debería desmantelar, nadie con tanta convicción política, moral, ética y religiosa que le dieron la fuerza necesaria para entender que la necesidad de reconciliar las dos Españas pasaba por tener que entregarse a la tarea con la pasión y el desgaste como sólo Adolfo Suárez podría hacer aunque para ello hubiera de inmolarse y tragar con la ingratitud con que fue recompensado.
Adolfo Suárez fue reconocido con el tiempo, cuando su silencio se hizo latente, se le quería y se le respetaba pero no fue capaz de convencer a un electorado para darle la confianza de seguir gobernando. Ahora le ofreceremos un gran homenaje y entierro, fastos a los que en este país somos muy dados cuando de despedidas se trata. Gracias, Presidente de todos.

viernes, 21 de marzo de 2014

De paso...



Iñaki Azkuna y Adolfo Suárez, se van casi juntos y nos dejan un modelo de comportamiento ejemplar.



Estamos de paso por esta vida, hay quien estira el “tiempo de permanencia” un poco más, y quien lo hace un poco menos, el resultado es idéntico, nacemos con la etiqueta de “perecedero” y por tanto morimos. Quien no tenga esta verdad absoluta presente, no podrá establecer los límites de su existencia con racionalidad, se dejará llevar por un exceso de ilusionismo que le proporcionará más frustración que felicidad. La lucha contra el envejecimiento es estéril, no produce ningún beneficio al equilibrio emocional, obliga estar inventariando los inevitables signos que se manifiestan en el físico y lo más grave, no alimentará con el esfuerzo y la atención debida, el cuidado de sus valores. La ostentación, ambición, codicia, ocupará parte del esfuerzo y se olvidará la honestidad, decencia, lealtad como el mejor equipaje que se pueda llevar por la vida y que se puede dejar como herencia. 

 


lunes, 17 de marzo de 2014

Una nueva forma de esclavitud...



#El Comercio Local como necesidad reguladora de la oferta en las ciudades, oportunidad para el emprendimiento y sensible al compromiso con la ciudad.



No podemos construir ciudad sin #El Comercio Local. Requiere entender esta actividad desde dos perspectivas, por una parte, de la iniciativa emprendedora y por la otra, como necesidad implícita de dotar a las localidades de personalidad propia. Las ciudades se convierten en clónicas a los dictados de las grandes cadenas o multinacionales, un fenómeno extendido como consecuencia de la globalidad y que no tiene freno, pero si puede tener respuesta. La iniciativa individual es una manera de ejercer la libertad, de no someterse a los distados de los más poderosos, una legítima y sana aspiración. Si no mantenemos esa capacidad será claudicar y entregarnos a una nueva forma de esclavitud,  la de ir por la senda que nos marquen, la del pensamiento único. Si no somos capaces de dar un paso hacia adelante en busca de nuestra propia emancipación y oponernos a la dictadura de un mercado despiadado dirigido por el poder financiero, las consecuencias serán muy negativas no solo para los emprendedores y consumidores, sino para el medio ambiente, la sostenibilidad y la calidad de vida.


lunes, 10 de marzo de 2014

Locales comerciales...



El precio de la vivienda sigue descendiendo y alcanza según The Economist un 30% de descenso acumulado desde el primer trimestre de 2008. Traigo a debate tal depreciación en la vivienda en comparación con los locales comerciales que por el contrario “resisten” la inflación en el precio de los alquileres. El inmovilismo de una “burguesía” incapaz de sentirse concernida por una debacle en la caída del consumo, como el que sufrimos, da el tono de quien la constituye. Un local comercial cerrado, es una oportunidad perdida, sin embargo, el arrendador mantiene precios fuera de mercado como si de economía monopolizada,  protegida y cerrada, se tratara. El compromiso social en este sentido no cuenta, la creación de riqueza y el dinamismo económico que genere puestos de trabajo no es asunto de quienes atesoran el suelo comercial urbano. A esto deberíamos añadir la indirecta complicidad de quien consiente no se ponga en valor superficies comerciales gravando con sobretasas por mantener suelo comercial inactivo. El capital carece de sentimientos, color y patria, pero apelo a quienes se postulan públicamente como defensores de la ciudad en la que nacieron y viven, demandándoles más compromiso y menos dificultad.