jueves, 14 de marzo de 2013

Los ciudadanos, lo último...



El Tribunal de Justicia Europeo, se pronunció en contra de la Ley española sobre deshaucios. Una leve esperanza para esas familias con el corazón encogido ante la inminente amenaza de quedar sin vivienda y sin recursos. Estas familias han sido amparadas y en algunos casos defendidas físicamente, por plataformas o ciudadanos vecinos que se enfrentaron a las autoridades evitando desalojos. El gobierno tendrá que rectificar la ley y ponerla a la altura de los países de nuestro entorno. Si analizamos el fondo de la cuestión, deberíamos de sentir  pena y dolor, ante semejante desamparo. Estamos ante una clase política que se ha preocupado más en blindar sus condiciones y estatus, que en atender la demanda de los ciudadanos representados. Intereses de lobbies y oligarquías financieras han tenido la protección cerrada por los gobiernos en el poder, por encima de la defensa de los ciudadanos.
¿Por qué, este interés en condenarnos a ser ciudadanos de segunda? Acaso no merecemos, por ley igual trato y derechos, que el resto de los ciudadanos europeos y si no preguntémonos ¿por qué pagamos más comisiones bancarias que el resto? ¿por qué las comunicaciones con las operadoras de telefonía, son más caras? ¿por qué nuestros alquileres son proporcionalmente a nuestros salarios, de mayor importe? ¿por qué los espectáculos, cine, teatro y cultura se graba con mayor i.v.a? Hay tantos por qué que solo cabe una contestación: estamos mal representados, mal defendidos, vivimos un despotismo ilustrado intolerable que debemos cambiar, y para ello solo cabe una sociedad civil más crítica.

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