martes, 5 de marzo de 2013

La calle es nuestra...


La calle da repuestas a todos nuestros deseos y complace nuestros sentidos, en la calle está la vida, el latido de nuestra comunidad. “Hacer la calle”, es una frase manida, prostituida, que aleja el concepto mismo de su verdad y contenido. Es cierto que en la calle estamos todos, los que la respetan y los que la maltratan, pero no le resta un ápice de atractivo. La calle es un espacio común al que hay que volver a ganar. Nuestra ciudad marca como ninguna otra el sentido de convivencia y vecindad, el exponente más claro es la “comida del lunes de Pascua, un acontecimiento único que eleva a sus vecinos a la categoría de personas de talante y ciudadanos amigables de primera.
Son tiempos para puertas abiertas, para el encuentro, para saber y conocer las necesidades de los demás, para compartir, para ayudar. Ha pasado el tiempo engañoso en el que nos creíamos autosuficientes, censurando a quien tenía e ignorando al que no. Dimos la espalda a la calle en toda su extensión para vivir en la clausura que nuestra propia vanidad nos dictó. Lo importante era mostrarse sin que por ello fuera necesario acercarse. La calle es nuestra, la ciudad la hacemos entre todos, en la calle, la diversión está garantizada, es gratis, no contamina, todo lo contrario, humaniza. En la calle está la cultura, la convivencia, la amistad, el sentir, lo común. Ven a la calle es nuestro espacio natural.


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