Somos capaces en Asturias de recuperar
nuestro valor, coraje y sensatez o nos conformamos con la ya trasnochada bravuconería
que caracterizó comportamientos poco racionales y demasiado emocionales no
exentos de personalismos en la acción política. Asturias lleva tiempo pidiendo estabilidad,
un cambio en la manera que está siendo gobernada. Exceso de endogamia, falta de
recambio en los cuadros de los partidos políticos, dejan a la región en un
estado de permanente fragilidad e incluso parálisis. Nos hemos destacado por
haber sido siempre valientes y emprendedores, nobles y entregados, es hora de
meditar si ha llegado el momento de volver a “reconquistar” nuestro espacio que
no puede ser otro que el de la estabilidad y el bienestar, logrando las cotas
de desarrollo y recuperando el sitio que nos corresponde en nivel de riqueza.
Asturias necesita un gesto de generosidad, un entendimiento por fin, que
permita la gran coalición de los partidos mayoritarios para recuperar la
estabilidad y diseñar el futuro de una región muy castigada por los
desencuentros.
sábado, 7 de diciembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
Hagamos algo...
O volar o entregarse, no hay término
medio, ni camino a recorrer, las ilusiones se forjan cada día al despertar y
dependen siempre de quien lidera, o sea casi siempre de la mujer, de nosotras,
porque si no movemos pieza, seguro que nos quedaremos inmovilizadas, paralizadas,
no afectando sólo a nosotras sino a quienes nos rodean también. Evitemos que la
jornada sea tediosa, lánguida, entregada y pésima, no lo consintamos. Para activarse
no hay más que buscar una escusa, forjar un plan de actuación, tan sencillo
como proponerse conciliar una cita previa y tomarnos un café, con la amiga que hace tiempo no
vemos; un paseo a ese nuevo lugar que se ha puesto de moda; una marcha por la
ciudad a la calle recién restaurada; un paseo por la explanada del C.C.
Niemeyer, en busca de “sensaciones”; una visita a la tienda habitual de
complementos, para adquirir un par de pendientes nuevos, que pondrán en tu
rostro la alegría que buscas o quizás, una escapada atrevida, sola, a una
ciudad próxima en la que sentirse turista ocasional…
Hagamos algo, por nosotras, por los
demás, pero algo que permita ocupar nuestra imaginación y nuestro tiempo y
desterrar nuestro aparente tedio a fin de encontrar el ánimo suficiente que contagie
a quienes nos rodean. No es tan complicado, ni siquiera costoso ni difícil,
solo es cargar tu mente de energía positiva y pensar que eres el centro del
universo, y quien no se lo crea, que se acerque y lo compruebe.
Siéntete lunática, tú eres especial…
domingo, 10 de noviembre de 2013
"No hay crisis"...
Esta semana han pasado algunos
acontecimientos para la reflexión, un pájaro inexperto que se estrella contra
el escaparate, un calor estacional impropio, reuniones políticas sin resultados
aparentes y quejas y más quejas sobre la crisis.
¿Qué coños está pasando? ¿Qué ocurre
en esta sociedad, anestesiada e inmovilizada por los acontecimientos? Me atrevo
y no quiero que me tilden de arrogancia al afirmar que lo que está pasando es
que “no hay crisis”. Tal como lo han leído,
lo repetiré para incrédul@s: “no hay
crisis” y punto. Entonces se preguntaran que ocurre, y que es lo que hay o
no hay. Pues ni más ni menos que un “profundo
cambio” que cuanto más tiempo tardemos en asimilar e interpretar, será peor
para todos.
Quienes están pensando que el
crédito aflorará, que el empleo se recuperará, la economía de nuevo volverá a
los estándares de los años de la abundancia y el despilfarro, se equivocan. No
hay vuelta atrás, hay que mirar el presente y futuro asimilando que estamos ante
un cambio que afecta a nuestro modo
de vida: familiar, laboral, económico, incluso de pareja. Todo está afectado,
así que asimilemos los nuevos conceptos, interpretemos en que exigencias nos
sitúan a cada cual y adelante. Nadie ha dicho que esto sea el fin, esto es el
principio de una vida que nos tenemos que plantear de otra forma, con otro
sentido y empezar por un@ mism@, ya.
sábado, 26 de octubre de 2013
Sin humanismo no hay valores...
Olvidamos el humanismo como si
apartándolo de nuestro pensamiento, preservásemos las esencias del pragmatismo
y por ende, garantizásemos la eficiencia, las capacidades y los resultados.
Falso, sin el humanismo, no solo las sociedades abandonaría su fundamento
esencial -estar al servicio de los ciudadanos- sino que las propias empresas
perdería el fin supremo: devolver a la sociedad lo que esta les entrega. Viene
esta reflexión en tono de crítica sobre algunas actitudes de la CEOE,
obsesionadas con el abaratamiento del despido, los recortes a través de los ERE
y la supresión de derechos logrados a través de nuestra reciente historia
contemporánea. Alejados de un pensamiento cómplice con la sociedad que les acoge,
la escasa cultural empresarial de este país se reduce simplemente al desarrollo
ligada al mundo rural por un lado, al de los servicios por otro y a la construcción
como verdadero sector generador de riqueza, y de especulación, que han
propiciado un perfil de empresario con más cultura de “patrón” que de líder
empresarial. Sólo algunas grandes empresas constituidas en multinacionales, han
desarrollado una verdadera estrategia empresarial y con ella, un objetivo:
comprar e influir sobre poderes políticos y mediáticos, para asegurarse apoyos
sin límite a sus excesos, ejerciendo un tráfico de influencias que deja la
igualdad de oportunidades en una ingenua e infantil aspiración. Crear un puesto
de trabajo en nuestro país sigue siendo caro y por lo que se ve, de difícil comprensión,
las empresas no están por la labor, quizás porque la investigación, la
inclusión de nuevos valores, el relevo de quienes se jubilan a la edad, la
estrategia de marketing, la internacionalización, la responsabilidad social, el
respeto por el medioambiente etc., no son conceptos manejables en “patrones” incapaces
de valorar y entender que las políticas empresariales no están reñidas con
ningún tipo de humanismo, sino todo lo contrario.
Avilés tiene por delante el reto de
recuperar el espíritu emprendedor, de atraer la mirada y atención de
empresarios que hoy viven alejados de la ciudadanía, algo llamativo e inusual
en otros países en los que las instituciones se vertebran para impulsar la
sociedad que les acoge. Son escasas las iniciativas que se perciben en este
sentido, la ciudad vive alejada de las empresas y estas de su entorno. Hay que
atraerlas y comprometerlas para impulsar movimientos sociales y culturales que
permitan poner en valor nuevos talentos y dinamizar una sociedad que siempre se
ha destacado por su capacidad vanguardista.
El Centro Cultural Oscar Niemeyer diseñado
y creado como un faro donde proyectar las ideas y el pensamiento, debe seguir siendo
la gran locomotora que devuelva Avilés al plano internacional. Antonio Muñoz
Molina, Annie Leibovitz, ha dejado constancia del nivel de atracción que posee,
debemos recuperar este impulso y convertirnos de nuevo en el gran epicentro
cultural de Asturias y de todo el país.
miércoles, 23 de octubre de 2013
Premios Príncipe de Asturias...
Asturias en estos días ocupara las primeras páginas en las cabeceras de los diarios, es octubre y los Premios Príncipe de Asturias, llaman nuestra atención. Una oportunidad para una reflexión sincera y un reproche a nuestra actitud escasamente rigurosa. Tocamos de oído,
por un exceso de confianza o porque no somos capaces a comprender que el
esfuerzo forma parte de nuestra formación permanente. Estoy convencida al
pensar que opiniones gratuitas como lamentos al aire, no responden más que a
falta de rigor intelectual, a escasa ambición por el conocimiento y la
coherencia. No hay más cera que la que arde ya nada será igual y menos lo mismo. O cambiamos nuestros planteamientos o aquí se sufrirá, no hay de donde rascar más que en la cabeza de cada cual para emprender, luchar, defender las opciones y poner
el talento en valor. Necesitamos un baño posiblemente de humildad, un
diagnóstico certero de saber dónde estamos y quienes somos, que podemos hacer
por nosotros y ponernos manos a la obra, hemos sido un pueblo de coraje, de
tensión ¿acaso lo olvidamos? hemos sido tierra con escasa riqueza que a fuerza
de coraje la hemos extraído hasta de sus entrañas, no deberíamos de habernos
olvidado de ello. Urge un cambio de formas y de talante, borrar los
localismos de nuestra mente, reafirmar nuestro objetivo global. Asturias merece unificarse en un esfuerzo
común con una sola dirección: la del progreso, aprovechando las capacidades de
cada uno de sus Pueblos, Concejos, Ciudades y Villas, en una palabra de sus
paisanos, lo demás, zarandajas.
Bienvenidos los Premios Príncipe de As turias espejismo de la Asturias que deseamos, imagen escasamente contrastada con la realidad en que estamos inmersos. Indicadores económicos preocupantes, devalúan nuestra proyección internacional. Asturias se enfrenta a si misma ante quizá el mayor reto de la era contemporánea, que no nos deslumbre el ruido mediático, porque al día siguiente, nos encontraremos con la realidad de lo que somos y de lo mucho que debemos cambiar.
martes, 15 de octubre de 2013
Carta a Urdangarín...
Señor Urdangarín, hoy los medios de
comunicación se hacen eco de algunos cargos como gastos justificables a una de
las empresas del conglomerado societario de Nóos. Viajes a Sudáfrica, Roma,
compras de ropa, incluso de los libros de Harry Potter. Estos imagino que
serían para usted y así poder seguir alimentando la imaginación y magia, la que
en estos últimos años ha hecho gala.
Sr. Urdangarín, podrá la justicia condenarle,
absolverle, podrán buscarle un retiro seguro en el que pueda mantener su
estatus y vivir alejado de la presión mediática, ya sabe que el tiempo lo entierra
todo, pero no puedo entender como la ambición y la vanidad pueden apartar a las
personas del camino de la honestidad. Lo tenía todo, hasta se había casado con
una de las hijas del Rey, pero de nada sirvió y quizá porque nunca sintió la
necesidad de ser generosos, no ha descendido a las aceras de su Palacete de
Pedralbes, para al menos fijar la mirada sobre las personas que por ellas transitaban
cargadas con los problemas domésticos de cada día, no ocupaban uno sólo de sus
pensamientos, centrados en seguir sumando dinero aunque para ello fuese de forma
fraudulenta. Usted ha despreciado la oportunidad de ganarse el respeto y la
admiración, solo con que se hubiera limitado a practicar la decencia.
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