miércoles, 26 de diciembre de 2012

Sabemos sufrir y sabemos resistir


Es difícil soportar tantos cambios juntos que no solo afectan a la economía de cada cual sino que lo hacen también al concepto de convivencia que nos habíamos dado hasta no hace mucho. Hemos llegado incluso a pensar en la igualdad de oportunidades como algo ya real en nuestro país. Un nivel de vida aceptable dentro del entorno europeo y no de comparsa, como era habitual, a pesar de los incrédulos y escépticos, incapaces de aceptar que lo ocurrido era por méritos propios. Hace cinco años que entramos en un crack al que solo algunos iluminados previeron sin que se les hiciera el menor caso. Ahora le echamos culpas a la clase política, que la tiene en parte, a los empresarios, que también y a los bancos que han sido los damnificados después de practicar una política comercial engañosa, poco previsora, opaca y corrupta.
¿Estamos los ciudadanos de a pié libres de culpa?, pues no, somos parte de ella, mientras se repartía juego, todos estábamos en la mesa por ver las cartas que nos tocaban y arriesgar en ellas. Hoy nos damos cuenta que estas estaban marcadas por quienes tienen el mando y el poder de repartir juego. Nos hemos quedado fuera, los dueños de la mesa y de las cartas, se han hartado y quieren parar la diversión, es mucho entretenimiento para quienes al final no entienden de composturas y buen estilo, se acabó dijo “la banca” ¡no va más! El invento se nos quedó en las manos y ahora tendremos que idearnos como volver a tener sitio en esta ruleta.
Pues quizá no esté todo perdido, somos un pueblo de coraje y de aprendizaje, sabemos sufrir y sabemos resistir, pero ojo, que nadie menosprecie la capacidad de reacción de esta sociedad civil que ya exige una refundación de lo establecido, partidos políticos, sindicatos, asociaciones profesionales… y es que en este país, somos extremos y cuando hay algo que no funciona, se cambia.
El 2013 nos espera.    

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