Después de la fiesta anual de las
Alumnas Alumnos del GE Ensidesa, celebrada el pasado sábado día 8 de febrero,
queda el buen recuerdo de la jornada memorable. Emociones y encuentros que
procuraremos mantener vivos durante tiempo
suficiente al menos hasta el siguiente
año. Estas iniciativas nos muestran por encima de cualquier otra consideración
que las personas somos la parte esencial de la vida de la convivencia y la
socialización, que hay necesidad de saber de los demás y compartir su visión
actual de cuanto ocurre. Es cierto que cuando éramos niñas, niños y compartíamos
el patio del colegio, no llevamos la carga que con el pasar de los años se nos
vino encima. Las amigas eran nuestra principal preocupación y ser, nada había
tan importante. La adolescencia nos liberó de aquella pasión para acercarnos a
la de ejercer nuestra propia libertad, la búsqueda de pareja fue entonces
motivo suficiente para centrar el foco en esta labor. Con tiempo nos haríamos
autosuficientes y capaces de diseñar la vida soñada, hubo de todo y para todas,
todos… solo me queda decir que ahora cuando ya nuestras obligaciones se han
cumplido, vemos que habíamos olvidado mucho de nuestro recuerdo, de nuestra pasión,
de nuestra entrega. Pasó mucho tiempo y a tanta velocidad, que estos encuentros
no hacen sino volvernos a un pasado lleno de momentos felices y que ahora
debemos considerar y entregarnos a él como si de nuevo un patio gigante nos
invitara a saber de las los demás. Bienvenidas bienvenidos, todas, todos, a
juntar las energías que contribuyan con nuestra experiencia, a mejorar esta sociedad
que parece necesitar de nuestro impulso e ilusión.
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