viernes, 9 de agosto de 2013

Una decepción más...

Ni Renfe, ni Adif, “entes inmateriales, insensibles, insensatos, irresponsables, etéreos, oníricos, virtuales” a tenor de su actitud ante lo real, lo dramático, lo trágico, lo fatal de una tragedia que costó setenta y nueve vidas y más de un centenar de heridos, algunos de ellos en estado crítico, ha sido suficiente para obtener una dimisión de los responsables últimos. La curva de la Grandeira en el recorrido de alta velocidad Ourense-Santiago fue valorada y ponderada por un equipo de “técnicos” quizás sobre un mapa en un despacho bien equipado con vistas a una plaza custodiada por árboles cuidados, bancos donde alimentar recuerdos y niños felices jugando y corriendo tras las palomas, dando por sentado que la curva señalada en trazo grueso limitándola a 80 km/hora, sería un certificado de seguridad para los cientos de viajeros que con sus equipajes, preocupaciones, ilusiones y esperanzas, harían el recorrido cada día ¿Por qué no a 30 km/hora como ahora se rectifica? ¿Por qué ahora a 5 km antes del lugar fatídico se instala una limitación de velocidad de 160 km/hora, indicada con un cartelón en la vía?
Ni Julio Gómez-Pomar (Renfe), ni Gonzalo Ferre (Adif), han tenido la decencia de poner sus cargos a disposición, después de una comparecencia sin argumentos convincentes, al igual que la ministra Sra. Pastor ¿Por qué deberían hacerlo? El foco ya está puesto sobre Francisco José Garzón, maquinista desafortunado el Alvia que por un “despiste” tomó la Grandeira a una velocidad casi tres veces superior a la señalada. Se pudo evitar, si el rigor, el respeto, la profesionalidad, la prevención hubiera imperado en quienes ostentan la capacidad para tomar las decisiones acertadas. Este accidente nos deja de nuevo al descubierto la indefensión, la falta de compromiso, la escasa calidad democrática de un país al que al ciudadano se le ningunea y regatea sus derechos. Una decepción más, que hace pensar si nos representa quienes deberían entender que la Constitución ampara en derechos y señala la soberanía popular, como eje de convivencia democrática.
Nadie asumirá responsabilidades, Francisco José Garzón será sacrificado en nombre de víctimas, heridos y demás incompetentes de Adif, Renfe y Ministerio. El tiempo impondrá el olvido, para las familias de víctimas y heridos, el dolor. Para el resto, la estadística.

No hay comentarios:

Publicar un comentario