martes, 12 de noviembre de 2013

Hagamos algo...



O volar o entregarse, no hay término medio, ni camino a recorrer, las ilusiones se forjan cada día al despertar y dependen siempre de quien lidera, o sea casi siempre de la mujer, de nosotras, porque si no movemos pieza, seguro que nos quedaremos inmovilizadas, paralizadas, no afectando sólo a nosotras sino a quienes nos rodean también. Evitemos que la jornada sea tediosa, lánguida, entregada y pésima, no lo consintamos. Para activarse no hay más que buscar una escusa, forjar un plan de actuación, tan sencillo como proponerse conciliar una cita previa y tomarnos  un café, con la amiga que hace tiempo no vemos; un paseo a ese nuevo lugar que se ha puesto de moda; una marcha por la ciudad a la calle recién restaurada; un paseo por la explanada del C.C. Niemeyer, en busca de “sensaciones”; una visita a la tienda habitual de complementos, para adquirir un par de pendientes nuevos, que pondrán en tu rostro la alegría que buscas o quizás, una escapada atrevida, sola, a una ciudad próxima en la que sentirse turista ocasional…
Hagamos algo, por nosotras, por los demás, pero algo que permita ocupar nuestra imaginación y nuestro tiempo y desterrar nuestro aparente tedio a fin de encontrar el ánimo suficiente que contagie a quienes nos rodean. No es tan complicado, ni siquiera costoso ni difícil, solo es cargar tu mente de energía positiva y pensar que eres el centro del universo, y quien no se lo crea, que se acerque y lo compruebe.
Siéntete lunática, tú eres especial…

domingo, 10 de noviembre de 2013

"No hay crisis"...



Esta semana han pasado algunos acontecimientos para la reflexión, un pájaro inexperto que se estrella contra el escaparate, un calor estacional impropio, reuniones políticas sin resultados aparentes y quejas y más quejas sobre la crisis.
¿Qué coños está pasando? ¿Qué ocurre en esta sociedad, anestesiada e inmovilizada por los acontecimientos? Me atrevo y no quiero que me tilden de arrogancia al afirmar que lo que está pasando es que “no hay crisis”. Tal como lo han leído, lo repetiré para incrédul@s: “no hay crisis” y punto. Entonces se preguntaran que ocurre, y que es lo que hay o no hay. Pues ni más ni menos que un “profundo cambio” que cuanto más tiempo tardemos en asimilar e interpretar, será peor para todos.
Quienes están pensando que el crédito aflorará, que el empleo se recuperará, la economía de nuevo volverá a los estándares de los años de la abundancia y el despilfarro, se equivocan. No hay vuelta atrás, hay que mirar el presente y futuro asimilando que estamos ante un cambio que afecta a nuestro modo de vida: familiar, laboral, económico, incluso de pareja. Todo está afectado, así que asimilemos los nuevos conceptos, interpretemos en que exigencias nos sitúan a cada cual y adelante. Nadie ha dicho que esto sea el fin, esto es el principio de una vida que nos tenemos que plantear de otra forma, con otro sentido y empezar por un@ mism@, ya.