martes, 16 de octubre de 2012

Los hombres prejubilados son un problema


Les transmito mi preocupación y pesar, los hombres prejubilados, son un problema, para ellos  y para quienes tenemos que convivir con ellos.  

Habíamos puesto el foco sobre ese tiempo de disfrute, con los hijos ya emancipados, sin más cargas, cuando de repente, todo se vino abajo como un casillo de naipes. Resulta que nuestros maridos, compañeros o como se quieran denominar, pasan ahora a convertirse en sombra de nosotras y en un personaje alicaído haciéndose peguntas en cada despertar, si sus erecciones son espontáneas y casuales, cuyo caso no tienen ya oportunidad. Esta edad, a mitad de vida, les convierte en dependientes de su pito, así que cualquier actitud está condicionada por la evolución de la liga de futbol y la de su pene.

Han acumulado un know how en el transcurso de su vida profesional que deberían poner en valor o franquiciarlo. La sociedad no debería prescindir de ellos, o pagará en fármacos el precio, porque entre sus paranoias pitopáusicas y convertidos en una sombra en casa, no mejora ni la salud, ni la economía del país. Urge poner soluciones, ninguna mujer después de haber tenido que resolver los problemas familiares en soledad, hijos, colegio, hipoteca, reuniones de  etc, etc.., (él no existía),  puede ahora pasar a libertad vigilada. Créanme, es de difícil asimilación, duro de digerir y tremendamente injusto.

 


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