Necesitamos
un cambio, radical para ser más precisa. Algo nos ha pasado de un tiempo a esta
parte que nos hizo permanecer anestesiados con la creencia de haber conseguido
un estado de confort seguro y que se retroalimentaba a sí mismo. La consigna
era “no te compliques la vida, no arriesgues, tú mira la forma de colocarte de
funcionario y a vivir que son cuatro días” un consejo reiterado que acompañaba
las horas de almuerzo en cada casa de este país. Si por el contrario algunos de
nuestro hijos se planteaba intentar hacer un proyecto de empresa, había perdido
la razón y por tanto no se restaban esfuerzos en quitarle la idea de la cabeza.
Así somos, que no éramos, en este país.
El problema
es que sin darnos cuenta y casi de repente, el sistema económico se vino abajo
y pasamos a ser muñecos rotos en manos de la situación. Como cuando éramos
niños y cogíamos los juguetes llevándolos a la altura de nuestra cabeza y
moviéndolos con energía, para comprobar por el ruido emitido, si aún quedaba
algo dentro que nos diera una pista de utilidad y funcionamiento. Bien pues
esto ha ocurrido, nos han dado un “meneo” a ver que queda en cada uno de
nosotros.
Nuestro
ánimo ha estado siempre más cerca en buscar las fórmulas para sobrevivir, que
hacerlo para superarnos. Asumir desafíos implica esfuerzo y hasta tener que
afrontar errores, equivocaciones e incluso fracasos, a esto nos enfrentamos
mal, tenemos un ego en ocasiones perjudicial para superar adversidades. Hay que
desterrar el pesimismo, abrirse al exterior, comunicarse con fluidez, dejarse
de buscar culpables y empezar a buscar soluciones haciendo una verdadera
autocrítica de nuestras actitudes. Los negocios se gestionan, pero más
importante que la gestión, es el liderazgo. Se requiere un comportamiento
flexible para tratar con clientes y suministradores, hay que vender y esa es
clave de todo negocio o empresa, sin venta dejamos de existir. Nuestros clientes
son el núcleo central de nuestra actividad, sin ellos nada podemos hacer, son
quienes merecen nuestro esfuerzo, implicación y pensamiento diario, son nuestra
preocupación y no hay nada que pueda limitar ese esfuerzo. Tiempos difíciles sí,
pero seamos humildes para aprender y mejorar, es condición “sine qua non” para
seguir en la brecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario