Hacer de una calle histórica una arteria
comercial innovadora y moderna cuesta esfuerzo a todos los que ejercen en ella.
Convertirla en atractivo para la comunidad es una tarea que implica compromiso
por parte de, arrendatarios, arrendadores, comerciantes, profesionales,
organismos oficiales y población en general. Hay que promocionar la calle que
se pretende buscando elementos diferenciadores para hacer de ella un punto de
encuentro de atractivo permanente y que sea exponente claro de la personalidad
de la ciudad. Es cierto que los locales son pequeños y se prestan a catálogos
muy especializados o profesionales cualificados con ofertas muy concretas,
despachos de abogados especializados, psicólogos, arquitectos, diseñadores,
comercios de moda, hostelería con clara vocación de cocina de vanguardia… Solo así
Rivero se irá convirtiendo en el nuevo barrio de paseo, compras y consultas.
Una Chueca, un Borne, no sería una aspiración desmedida, si otras ciudades lo
hicieron Avilés lo puede conseguir. Debemos de empezar por ser diferentes, por
hacer de la calle un atractivo que transmita luz, color, belleza y eso cada uno
de nosotros con su esfuerzo bien guiado podemos hacerlo.